Se trata de la primera estrella mundial que tuvo el rugby. Jonah Lomu rompió todas las estadísticas y siendo muy joven. Por eso su partida, el 17 de noviembre de 2015, con apenas 40 años, llenó de dolor al mundo del rugby.
El ex-All Black había sido transplantado en 2004, nueve años después de que le detectaran una insuficiencia renal, cuando aún maravillaba a todos.
A poco más de cuatro meses de su muerte, como en una suerte de reivindicación, ofrecemos Anger Within, el documental que sobre este inolvidable e irrepetible jugador.
Quién fue
El gigante wing neocelandés de 1,96 metro y 120 kilos, capaz de correr los 100 metros en 10,89 segundos, dejó una huella imborrable en el rugby.
Fue precisamente entre los mundiales de Sudáfrica 1995 y Gales 1999 que demostró que era una bestia.
En ese período pulverizó todos los récords y desde entonces ostenta la marca de 15 tries en copas del mundo. Una marca imbatible (el sudafricano Bryan Habana la igualó en 2015).
Con apenas 20 años, en Sudáfrica sorprendió a todos al anotar siete tries en cinco partidos. Imposible olvidar la semifinal ante Inglaterra, en la que el gigante apoyó cuatro tries, uno de ellos pasando literalmente por encima del fullback Mike Catt.
Para el Mundial 1999 dejó atrás problemas físicos (se le detectó una enfermedad en los riñones) y volvió a ser una de las figuras. Apoyó ocho conquistas.
No obstante, los All Blacks cayeron estrepitosamente en una de las «semis» ante Francia por 43-31.
Siguió en el seleccionado hasta 2002. A los 27 años jugó su último test. En total jugó 63 partidos para Nueva Zelanda, enfrentó a 12 rivales distintos y sólo a 3 de ellos no pudo marcarle tries: Fiji, Sudáfrica y Gales.
Quienes más lo sufrieron fueron Inglaterra (8 tries en 7 partidos), Escocia (7 en 6) y Australia (6 en 6). Contra Los Pumas sólo jugó 2 veces y marcó un try.