«Ovaladamente»
Extracto del Capítulo 4 «Los rivales de la concentración», del libro Rugby Mental
Por Licenciado Fernando F. Saccone (*)
Al respecto, quisiera hacer una mención especial a la importancia que tiene un diagnóstico correcto para abordar el trabajo mental con los jugadores.
Recuerdo que, en una ocasión, en una concentración de los Pumitas desarrollada en el Pladar de Buenos Aires, un jugador lanzador de line acudió a consultarme diciéndome: “Fer, ayudame, me dijeron que tengo que trabajar la concentración”.
Observé, luego en su entrenamiento, que sus lanzamientos eran eficaces, y que conocía y utilizaba la técnica adecuada para ejecutarlos; y al finalizar le pregunté por la frecuencia de su práctica de esta destreza. Su respuesta fue: “Cada vez lo practico más, ahora estoy en un promedio de media hora todos los días, y a pesar de eso en los partidos no sale”.
Luego de una serie de preguntas, terminó por contarme la inseguridad que sentía en los partidos cada vez que se encontraba en la situación misma de lanzamiento. Trabajando en sus registros mentales previos a esta situación, pudimos identificar que sus pensamientos y sus sentimientos sobre esta eran determinantes, y que exhibía una construcción mental de la situación que estaba en relación con un tema de inseguridad y autoestima. Temas que, al ser trabajados, hicieron que finalmente perdiera el temor a esas situaciones, y esto le garantizara finalmente la correcta ejecución.
Se impone preguntarse: ¿Hubiera alcanzado con trabajar la concentración en forma específica, por medio de diferentes herramientas psicológicas relacionadas con el lugar donde debía poner el foco en la situación previa de line, en la ejecución misma, etc.? ¿La repetición y el aumento progresivo de su práctica de line le hubieran garantizado finalmente el ejecutarlo con éxito?
Definitivamente, la constante práctica y repetición de la destreza, sumadas al trabajo de concentración específico relacionado con dónde debía poner el foco en dicha situación, no le hubieran garantizado en modo alguno poder superarla finalmente con éxito. Muy por el contrario, favorecía a frustrarlo cada vez más, ante la impotencia de sufrir la imposibilidad de llevarla a cabo luego en las competencias, lo que hacía una especie de círculo vicioso.
Trabajando, por lo tanto, las otras cuestiones que interferían en su capacidad de concentración en competencia, es que pudimos encontrarle solución en forma conjunta a su demanda. Por este motivo es que hice mención a la importancia fundamental que tiene un correcto diagnóstico, ya que trabajar guiándose por un diagnóstico incorrecto puede ser aun más contraproducente y acentuar el problema que pretendemos solucionar. (En este caso puntual, la falta de concentración era un síntoma que tenía su origen en otra problemática).
Continuando con la temática de la concentración, es fundamental comprender que una de las claves para poder trabajarla se encuentra en comenzar a identificar a los rivales o adversarios internos que enfrentan a diario, en los entrenamientos y los partidos, nuestros jugadores. A diferencia de otros autores, digo “rivales o adversarios internos”, y no “enemigos”, ya que la connotación de las palabras es claramente diferente.
A nuestros enemigos uno “prefiere ni verlos”, en la medida en que esto sea posible, y de hecho el común de la gente tiene la posibilidad de cruzarse de vereda ante la mínima probabilidad de encontrarse con ellos (utilizando conductas evitativas, a modo de negación, como mecanismo mental de defensa).
En cambio, a los rivales o adversarios es importante poder identificarlos, estudiarlos y reconocerlos para poder enfrentarlos, ya que, en la medida en que realicemos esto, será posible el superarnos día a día.
Comenzaremos por analizar el significado de los rivales más comunes con los que el jugador se enfrenta habitualmente (basándome en algunos conceptos de la página web Psicología del deporte), para poder trabajar a posteriori en herramientas que nos darán la oportunidad de vencer a cada uno de ellos. Los rivales que enumeraré y analizaré a continuación son el reflejo del común denominador de los pensamientos y los sentimientos de nuestros jugadores.
Pensamientos y sentimientos con los que me he encontrado (y me seguiré encontrando habitualmente en la práctica misma de la profesión en los diferentes clubes y uniones) al realizar los trabajos grupales respectivos, y que nos guiarán en la detección de estos rivales internos para poder abordar nuestro trabajo posterior.
La sencilla pregunta que veremos a continuación (¿de qué depende mi concentración?), y sus consecuentes respuestas, permitieron detectar y abordar a estos principales ocho rivales para trabajarlos y vencerlos.
(*) Fernando F. Saccone es Licenciado en Psicología por la Universidad de Belgrano (1991). En 1993 comenzó a trabajar en el Centro de Deportes de Alto Riesgo del Hospital Ramos Mejía, con boxeadores, automovilistas y otros deportistas. Luego trabajó en la Fuerza Aérea con pilotos aviadores.
En 1996 disertó en el Congreso Internacional de Ciencias Aplicadas al Rugby organizado por la UAR y la Fundación Rugby Amistad.
Diseñó el programa de entrenamiento mental para el sistema de Alto Rendimiento de la UAR y desarrolló el área psicológica de todos los Pladares.
Es uno de los fundadores de la Asociación de Psicología Aplicada al Rugby (APAR).
Mail: fersa68@gmail.com
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Twitter: @LicFSaccone
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