Matías Narváez tiene una visión particular del rugby. Su experiencia en el rugby de Europa y Nueva Zelanda le dio un panorama distinto. Desde chico, el pilar de la clase ‘81 de Athletic tuvo un amor a primera vista con este deporte, sobre todo el que se juega en la tierra de los All Blacks.
Y hace unos pocos años, en la madurez de su carrera, el “Elefante” tuvo la oportunidad de ir y experimentar de primera mano cómo vive el rugby un kiwi.
“Nueva Zelanda es todo campo, así que la mayoría de la gente trabajar en el campo. Entonces, yo veía que muchos de mis compañeros del club venían de laburar cargando fardos o con animales y, como si nada, se sacaban las botas con barro, se ponían los botines y 15 o 20 minutos antes del entrenamiento se ponían a practicar pase, patada. Todo para intentar mejorar. Ellos tienen en la mente que siempre se puede mejorar un poco más. A base de práctica y repetición”, recuerda Narváez. “Tienen la misma población de Córdoba y salieron campeones en los últimos dos Mundiales”, agrega.
Pero eso no fue lo único que lo sorprendió. Camino al entrenamiento pasaba en auto por barrios repletos de fábricas donde en las veredas los operarios con overol se paraban a jugar una tocata.
-¿Siempre miraste rugby de allá?
-Sí, desde chiquito. A la madrugada veía los partidos del Super 12 y pensaba qué lindo sería estar jugando ahí. Cuando fui me acordaba los colores de las camisetas, todo. De Nueva Zelanda sale todo. Los admiro mucho. Todos los días veía algo nuevo allá. Me gustaría volver.
-¿Son muy distintos para entrenarse?
-A la parte física le dan mucha importancia. Ellos piensan que si estás excelente en lo físico podés jugar un excelente rugby. Siempre corren. Por eso un dos-uno al final de un partido les sale bien. Porque atléticamente están diez puntos.
-¿Cómo son en una cancha?
-Al ser descendientes de anglosajones son más fríos, no son como los latinos que se ponen a pensar qué dirán. Ellos hacen las cosas más simples. Son más directos. Allá hay mucha música en el vestuario, se cagan de risa… pero en un momento suben la llave y tac. Se transforman. Es cultural. El latino necesita mucha más concentración. Tiene que estar preparado mentalmente desde antes.
-¿Qué piensan de Argentina?
-Algunos son un poco soberbios y te dicen “a ustedes les va bien con el fútbol. ¿Qué hacen jugando al rugby?”. Pero saben que en algún momento Argentina les va a ganar a los All Blacks.
Trayectoria
Además de Athletic, Narváez jugó en Edimburgh, Periguex, Lyon, Beziers, Prato, Saint Jean de Luz. En Nueva Zelanda vivió en Northland y vistió la camiseta del club Kamo.