El triunfo de Los Pumas por 30 a 19 ante Francia tiene muchas facetas por analizar desde el juego y los números propios de un trámite, que si bien no fue bien jugado, tuvo condimentos de alta intensidad por momentos y redondeó un merecido triunfo para los dirigidos por Daniel Hourcade.

Así fue la victoria en Tucumán

Duelo en las alturas

El line tuvo un punto alto desde la obtención aérea. La comunicación fue casi perfecta y más allá de que hubo pocos, se perdió una sola pelota en la hilera.

Ataque y posesión

Argentina fue contundente en esta faceta. Su posesión por momentos no fue alta, pero si contundente. Atacaron bien los espacios y rompieron bloques defensivos con mucha autoridad y  agresividad bien entendida.

El scrum

El empuje coordinado de los ochos delanteros no tuvo muchas situaciones, pero las pocas veces que fueron solicitados, los forwards argentinos mostraron mejorías con respecto a las presentaciones anteriores.

El carácter a partir del tackle

EL 15 argentino tuvo muestras positiva de carácter a la hora de saber cerrar el partido. Su capacidad de superar momentos de adversidad cuando el termómetro del partido, le fue marcando situaciones donde Francia se le venía con todo y tuvo que aflorar la garra puma desde el tackle a destajo.

La efectividad

Los Pumas (por momentos) carecieron de una clara obtención. Aun así, cuando la tuvieron la supieron utilizar mostrando efectivad y contundencia. Los tries llegaron por quiebres claros y corridas importantes luego de la buena utilización de espacios, como del ancho de la cancha. Nicolás Sánchez falló tan solo una conversión y un penal pegó en uno de los postes.

Lo negativo

La cantidad de penales es una de las situaciones (o la mayor) por mejorar del equipo nacional. Fueron 14 los penales cometidos, casi todos por situaciones propias de ansiedad a la hora de defender los ataque franceses.

Por Ana Celeste Guzmán (Especial desde San Miguel de Tucumán)
Foto: Prensa UAR