Sin dudas, ve el rugby de otra manera. O desde otro lugar, para decirlo con más precisión. Christian Ohanián, histórico jugador del Tala, es uno de los entrenadores de la Preintermedia del club blanquinegro.
Después de haber permanecido cerca de 14 temporadas como jugador de la Primera del club, hace unos años el «Oreja» decidió vincularse de otra forma con el deporte que lo apasiona desde que tiene memoria. «Ahora mi aspiración es volcar toda mi experiencia en los más chicos», dice quien subió al plantel superior en los ’90 de la mano de Daniel Graco y fue medio scrum, además de tercera línea.
Su recorrido en el rugby ha sido muy amplio. Festejó varios títulos con el Tala, vistió la camiseta de Los Dogos, pasó por el rugby italiano y también se dio el gusto de representar al país en un Sudamericano de 1998 y un test contra Uruguay.
«Desde hace más de diez años, cuando yo jugaba, se nota que si seguimos jugando entre nosotros, cada vez va a ser más la diferencia con los porteños», dice Ohanian en una crítica hacia el nivel del juego cordobés.
-Pero cuando se apuesta por el juego a veces los resultados demoran y se acaba la paciencia.
-Sí, está pasando algo parecido al fútbol. Mirá a La Tablada que no hizo una buena transición y ahora cambia de entrenadores. El Tala por suerte ha ido mechando chicos y a la vez tiene muy buenos jugadores. En la preintermedia hay 70 jugadores y de esos, unos 20 puendden estar en el plantel.
-¿Qué opinás de la brecha de Tala con los otros equipos?
-Al principio la veía mucho más. Antes le ganaba a Atletic por 50 puntos y ahora no. Se está equilibrando. Quizás los otos han estudiado más el juego.
-¿Cómo ves a los árbitros?
-Con Eugenio Morra me saco el sombrero. Es muy importante que hayan jugado al rugby y hasta las categorais competitivas. Porque veía morrra alguna cosita normal del juego y lo dejaba pasar. Scrum colapsado y no lo cortaba… hay que aguantarlo. El problema con los clubes porque los árbitros están al ultimo. Nadie se propone.
-¿Esta época en la que varios equipos proponen es mejor que la que viviste?
-Yo tuve épocas en las que el Tala tuvo un juego bastante abierto. Acá no hay que confundir abrir la pelota con proponer juego lindo porque el rugby de penetración como el de Sudáfrica o Nueva Zelanda es hermoso. El rugby muy light, que va a la punta o que no penetra y no tiene buenos fundamentos, no te llena. El que sí es necesario es el rugby de fases, llegar por las puntas, pero haciendo fases. Ahora se está analizando mucho el juego rival y muchas de las propuestas son defensivas en lugar de analizar cómo atacar.
-¿Notás el Los Dogos ya no son prioridad?
-Se nota que ya no es la prioridad para un jugador que quiere ir a Los Pumas. Con los Cefar y los Pladar, los chicos empuezan a ser seguidos a los 17 años y a veces ni forman parte del seleccionado de Córdoba. Miralo a Chuchín Gigena que no estuvo en Los Dofgos y llegó a Los Pumas, o el caso de Alemanno. Sin dudas, los seleccionados están perdiendo un poco de fuerza. Y pasa algo parecido con el objetivo de llegar a la primera del club. Ya no es prioridad.
-Otra diferencia con tu época…
-Sí, en nuestra época queríamos jugar en la primera, esa era la prioridad total, era lo único que teníamos en la cabeza.
-¿Por qué creés que pasa?
-Con el Super Rugby, Jaguares, Pumas, s eha fomentado desde la UAR esto. El jugador que entra a los Jaguares se olvida de jugar en su club. Además, se empieza a ver plata.
-¿Cómo ves al scrum en general?
-Las relgas y los árbitros están buscando que el scrum sea lo menos competitivo posible y que no se les enquilombe. Pero para poder hacer eso, hay que saber del scrum. Yo pienso que al scrum lo tiene que entrenar un primera línea. Imagínate para un árbitro que fue wing.
-¿Qué aspiraciones tenés como entrenador?
-Entrené siempre. Antes, el jugador de primera tenía que entrenar sí o sí una división. Ahora no. Mis aspiración es volcar toda mi vivencia a los chicos. La idea es seguir desarrollando jugadores, dando mi experiencia de vida a los chicos. No queiro decir que es fácil entrenar la primera, pero ahí el jugador ya llega formado y solamente tenés que disponer un plan de juego, una estrategia. Es más complicado formar a los chicos.
-¿Cuál fue el entrenador que más te marcó?
-Tuve varios en 14 años en primera. Cada uno te deja algo diferente. El Hebreo, Martín Gil, Coqui Ortiz. Cone se grupo fue la primera vez que había tantos entrenadores y en cada una de ls distintas facetas del juego. Y a nosotros nos hizo muy bien, hicimos un gran cambio. Fuimos campeones y llegamos a la final del Nacional de Clubes. También Rodolfo Ambrosio me marcó mucho. Fui capitán con él y eso también fue importante. Vino con una idea de juego totalmente diferente. Veníamos de scrum, maul y patada y él nos dijo, acá vamos a jugar. Y Daniel Graco, que fue el que me sube a la primera. Me sube como medio porque quería que el medio sea el noveno forwards.