Diego Giannantonio (Córdoba, 3 de enero de 1973) hizo una estupenda carrera en el rugby profesional, pero admite que su cuenta pendiente fue tener más continuidad en los Pumas.

Apenas jugó 13 tests y no pudo disputar la Copa del Mundo.

«Me faltó tener continuidad. Cada vez que lo lograba me lesionaba… la rodilla, la muñeca o el hombro», cuenta el polifuncional back de eficiente patada en el programa radial Apuntes de Rugby, donde además habló en carácter de entrenador de los Doguitos, flamantes subcampeones del Argentino Juvenil.

Partidos inolvidables
Entre 1996 y 2002 participó de distintas giras. Sin dudas la más recordada fue por Australia, cuando el seleccionado se midió en junio del 2000 con Queensland XV y lo venció con una gran actuación y dos tries del jugador de Tala.

Pero hay un encuentro que no se borra en la retina de Giannantonio. Fue la gran victoria frente a los Wallabies en Ferro por 18 a 16 con ocho puntos del cordobés. Fue en noviembre del ’97.

«Yo no estaba en el equipo titular y en su momento se lesiona un wing e Imhoff me pregunta si me animaba a jugar de wing y le dije «más vale» con tal de entrar a la cancha con la celeste y blanca», recuerda.
Todavía no me había operado de los cruzados. Estuve renegando siete meses, jugaba vendado del tobillo a la cadera más o menos. A los dos meses me convocan de nuevo y una vez en el vestuario Imhoff me dice mira ahí esta Mario Larrain (el médico) sacá turno y operate. Y gracias a eso después pude jugar diez años más al rugby», agrega.

No se le dio el Mundial ’99 por las lesiones pero venía el Mundial 2003.

«Estaba más cerca y también me operé del hombro. Justo se bajó Manuel Contepomi de una concentración en Bariloche y me llaman. Pero como yo no estaba en la lista en un primer momento decidí operarme y no pude sumarme», lamenta.

Si hay algo de lo que se arrepiente Giannantonio es de no haber «arriesgado» un poco más cuando lo llamaban a los seleccionados.

Se fue consolidando en el nivel internacional (pasó por La Rochelle, Colomiers, Perpignam y Beziers), jugó partidos trascendentales, pero no pudo tener continuidad en los Pumas.

«En mi interior veía que los de Buenos Aires tenían otro temperamento y yo por ahí pecaba de demasiado tímido, conservador. Si volviera a jugar a los Pumas iría agrandado, con mucha más presencia, confianza. Es lo que les digo a los chicos. Vayan con espíritu ganador porque por algo los han llamado».

Sobre Tala 2019
«Hubo un recambio muy grande. los chicos se estan empezando a afianzar. va a ser un campeonato muy parecido al del año pasado. A partir de la sexta o séptima fecha los chicos van a tener mucha más participación, van a estar mucho más confiados. El equipo va tener un mejor rendimiento de lo que hemos visto ahora. Se está laburando bien y creo que este año va a ser protagonista nuevamente».