Crusaders ganó este domingo el Super Rugby Aotearoa, con una fecha de antelación, en casa y con una remontada para colgar junto al trofeo
En el estadio Orangetheory de Christchurch, el poderoso equipo volvió a demostrar que es el amo del rugby neozelandés al vencer por 32 a 22 a Highlanders, y tras recuperarse de una desventaja de 22-13.
Así, a una fecha de su final se quedó con el título de una competencia que dominó desde el comienzo, y a la que también le aportó un poco de condimento cuando cayó en la séptima fecha frente a Hurricanes y le dio permitió ilusionarse a su escolta Auckland Blues.